Faltan escasas horas para que en Segovia comience una vez más este evento llamado Titirimundi.
Como diría un amigo mío, en mis viajes por todo lo largo y ancho de este mundo....
he tenido la suerte de vivir esto en directo más de una vez. Fue una suerte la primera vez que asistí con la Asociación de Malabaristas (Payasos sin Fronteras) en su encuentro anual, en el año 90, y la clausura se realizó con un pasacalles en el centro de Segovia, coincidiendo con las marionetas .... y la invitación a comer cordero en un famoso restaurante de la zona, por parte de las autoridades a todos los "titiriteros y demás farándula".
Después he ido más veces, para disfrutarlo como espectador, aunque alguna de ellas también me han "enganchado" a trabajar en la animación.
En este encuentro de títeres hay de todo, marionetas que son auténticas obras de arte, y duermen en museos, marionetas que te miran y te cuentan historias, marionetas que bailan y cantan, marionetas que te hacen reir, te hacen llorar, te hacen recordar, te hacen olvidar, te hacen... sentirte feliz.
Y como ya sabeis, que lo mío no tiene remedio, aquí os dejo un pequeño detalle de esta fiesta tan "chupilerendi".
Como no podía ser de otra manera, nada más y nada menos, que el grupo musical más famoso del mundo, a los pies del Acueducto más famoso del mundo.
Como diría un amigo mío, en mis viajes por todo lo largo y ancho de este mundo....
he tenido la suerte de vivir esto en directo más de una vez. Fue una suerte la primera vez que asistí con la Asociación de Malabaristas (Payasos sin Fronteras) en su encuentro anual, en el año 90, y la clausura se realizó con un pasacalles en el centro de Segovia, coincidiendo con las marionetas .... y la invitación a comer cordero en un famoso restaurante de la zona, por parte de las autoridades a todos los "titiriteros y demás farándula".
Después he ido más veces, para disfrutarlo como espectador, aunque alguna de ellas también me han "enganchado" a trabajar en la animación.
En este encuentro de títeres hay de todo, marionetas que son auténticas obras de arte, y duermen en museos, marionetas que te miran y te cuentan historias, marionetas que bailan y cantan, marionetas que te hacen reir, te hacen llorar, te hacen recordar, te hacen olvidar, te hacen... sentirte feliz.
Y como ya sabeis, que lo mío no tiene remedio, aquí os dejo un pequeño detalle de esta fiesta tan "chupilerendi".
Como no podía ser de otra manera, nada más y nada menos, que el grupo musical más famoso del mundo, a los pies del Acueducto más famoso del mundo.